Nuestra iglesia busca la integración de todos.
No importa quien seas, todos necesitamos a Cristo en nuestras vidas; ya que todos somos pecadores.
En Cristo todos tenemos las mismas oportunidades, deberes y privilegios, bien seamos hombres o mujeres pobres o ricos, de una raza diferente o de una condición distinta.
Dios nos ama a todos por igual.